Si el Seat 600 fue el coche que motorizó a España, el Vespino se puede considerar, sobre todo para la generación nacida entre los años 60 y 70, como el vehículo que motorizó a la juventud de la época.
La historia de este ciclomotor se inicia en 1952, cuando Enrico Piaggio crea la empresa MOTO VESPA S.A. y funda una fábrica en Madrid, con la colaboración del I.N.I. (Instituto Nacional de Industria) y de Juan Lladó, (entonces, consejero delegado del Banco Urquijo). en aquel momento nació la Vespa, que saldría a la calle en 1953.
Su «hermana pequeña» nacía en 1968 como un producto más económico. El motor de 50 c.c. era una patente española, y unía una transmisión mediante correa trapezoidal con cambio automático continuo por variador centrifugo y la cadena de arrastre de los pedales dentro del mismo carter, del motor, que también hace las veces de basculante, con suspensión mono-amortiguador, según recuerda la web histórica del vespino.
Los pedales practicables permitían circular en llano como una bicicleta corriente, en caso de quedarte sin combustible, para ahorrar éste, o por cualquier otra razón que impidiera el uso del motor. Tras su éxito en España, en 1969 el Vespino se exportó a Inglaterra, Francia, Marruecos, Colombia, Chile, y Alemania.
El próximo 19 de febrero se cumplirán 50 años del nacimiento del primer Vespino en la fábrica MotoVespa en Madrid, luego le siguieron otros 2.000.000 más hasta el año 2002. Para esa efeméride, un grupo de personas en representación de la mayor parte de Comunidades se puso a trabajar para configurar una serie de actividades que reunió a cientos de aficionados en su propio Vespino. Un fin de semana de convivencia entre afines a este pequeño vehículo.
El acto se celebró en Madrid, en el Centro Cultural José Luis López Vázquez los días 17 y 18 de febrero de 2018.